Cuando el riesgo de extensión de la pandemia del COVID19 se comenzaba a concretar hace unas semanas, iglesias en todo el mundo comenzaron a preguntarse y preguntar sobre la posibilidad de posponer o cambiar la fecha de la Semana Santa. Hace unos días, la Santa Sede explicó que las celebraciones de la Muerte y Resurrección no pueden cambiarse de fecha, porque todo el resto del calendario de la iglesia depende de esta celebración. Así que mas bien estamos llamados a celebrar la Semana Santa de modo DIFERENTE, no a cancelarla.

Este domingo 5 de abril vamos a celebrar el Domingo de Ramos dando la bienvenida a Jesús que entre como Rey. Este año no entraremos con El al templo para la celebración de la Eucaristía. Pero sí podemos dejarlo entrar como Rey de nuestra vida. Este año no vamos a recibir los ramos y las palmas que se van a bendecir en la celebración de la Misa, pero sí podemos decorar nuestra casa con algunos ramos que podamos conseguir sin dañar demasiado el ambiente.

De nosotros depende que las exigencias de este tiempo de pandemia nos arruinen estos días o que los aprovechemos para crecer y mejorar, superando las limitaciones que impone el cuidar de los demás y de nosotros. La Semana Santa no es acudir al templo, es acompañar a Jesús en su entrega de amor por nosotros. Cuando podemos hacerlo reunidos en la iglesia es mucho mejor: hoy que no podemos hacerlo vamos a luchar para aprender otra manera de amar a Jesús y a los hermanos.

Que Dios te conceda una Semana MUY Santa a partir de este domingo!

Con oraciones, P. Francisco